Por: Teresa Rivas Márquez

Los Glosters: un bote de lucil, una caja y una chapa. 30 años de carrera

La banda de pop rock catalana conocida, desde los años 80, bajo el nombre de Pirats, hasta el día de hoy, como Los Glosters, nos cuentan después de 30 años de carrera profesional, su trayectoria, los cambios por los que han pasado y sus futuros proyectos como artistas.

¿Cómo fue dar el paso de ser una idea a crear un grupo y celebrar conciertos con tanto público?

La idea de formar un grupo de música surge a principios de octubre de 1988, a raíz de la idea de unas amigas.

En una semana pusimos ya en práctica su idea. Unos botes de lucil y pintura, una caja de galletas con arroz dentro como bordonera, una chapa recortada a modo de plato, dos guitarras acústicas y un micro de feria en un viejo radiocassette fueron suficientes para comenzar esta aventura.

Así trabajamos nueve meses (a día de hoy sería impensable que alguien hiciese eso), hasta que un mes y medio antes de nuestro primer concierto compramos los primeros instrumentos y dimos el primer concierto en abril de 1989 en el instituto Marti i Franques de Tarragona.

Hacer tantos conciertos durante todos estos años nos ha dado la oportunidad de poder conocer a multitud de gente, de lugares y culturas diferentes. Eso no tiene precio.

Empezasteis siendo tres, ¿cómo fue el camino recorrido hasta llegar a ser Los Glosters de hoy? ¿Habéis sufrido muchos cambios en el grupo?

El camino ha sido una autentica pasada, empezamos siendo Pirats (1988-1996), la primera formación fuimos cinco: Ramón Cueca (voz), Ferran Arce “Tito” (voz), Carlos García (guitarra), Tatu (bajo), Evan Dedes (batería) hasta finales de 1989.

A finales de 89 entra Alex Dedes al bajo y Héctor Mir al órgano, que estaría en la banda hasta finales del 2016. 

Hasta la disolución de la banda en el 96 también pasarían por ella en diferentes etapas:

Albert Caballé (saxo y guitarra), Kiko Méndez (bajo y trombón de varas), Albert Anguela (bajo) y Xavi Torne (trompeta).

Con la disolución de los Pirats, entra a formar parte de Los Glosters Puri Pedrola al bajo. Además, debido a la marcha de Héctor, Miguel Zanon se incorpora a la guitarra y Jorge Varela al órgano. Durante 2017 Albert Basora sustituye a Miguel Zanon.

Vuestra música era extraña para el momento, ¿tuvisteis muchas críticas u os sentisteis apoyados?

Entre el 88 y 89 nuestra música era punk rock de la época, sin apenas saber tocar. Era la música que escuchábamos, unos adolescentes de apenas 16 años sin cerrarnos a ninguna influencia que nos pudiese ayudar.

Íbamos a sinfín de conciertos y a nuestro templo de la noche: Pub Tucan. En uno de esos conciertos vimos a Los Canguros y con la entrada de Héctor y Alex en la banda empezamos a trabajar el que sería nuestro fiel sonido que fuimos forjando con los años.

Entre finales de los 80 y principios de los 90 en Catalunya existía el denominado rock catalán. De ahí surgieron infinidad de bandas, entre ellas la nuestra cantando en catalán. Pero nosotros queríamos seguir un estilo y una imagen sextie.

En aquella época los conciertos eran numerosos. Sin embargo, con los años seguimos tocando siempre en los mismos lugares y nos sentíamos insatisfechos porque, aunque nuestra música gustaba a la gente, sentíamos que nadie llegaba a comprender nuestra filosofía y manera de hacer.

Eso nos hizo, a finales de 96, disolver la banda y empezar un nuevo proyecto, liarnos la manta a la cabeza y empezar de cero. La hazaña era difícil y nadie comprendía el porqué si teníamos lo que cualquier grupo podría desear, pero valía la pena intentarlo. Visto con el tiempo no lo hemos hecho nada mal.

¿Qué grupos o artistas diríais que os han inspirado para crear vuestro grupo y estilo?

Artistas o grupos que nos hayan influido hay para todos los gustos, nunca hemos cerrado la puerta a escuchar cualquier grupo, por diferente que sea su estilo, si hemos podido aprender alguna cosa de ellos por insignificante que sea.

Como mucha gente sabe siempre en nuestros discos y conciertos hemos realizado numerosas versiones o adaptaciones, siempre llevándolas a nuestro sonido. De artistas como The Who, Small Faces, Smiths, Rolling Stones, Los Salvajes, Raphael, Los Gritos, etc.

Después de 30 años seguís teniendo fans que os escuchan y acuden a cada concierto, ¿cómo os sentís con esto? ¿Pensasteis que vuestra música iba a llegar tan lejos?

Sí, después de todos estos años seguimos arrastrando gente de antes y también se han ido incorporando nuevos. Imagina que algunos ya traen a sus hijos a los conciertos, yo incluido. También es bonito llegar a cualquier lugar y reencontrarte con amigos y conocidos que has ido haciendo con el paso de los años. Nos hace sentir orgullosos y llega muchas veces a emocionarnos al darnos cuenta del paso de los años.

Nunca creímos que llegaríamos hasta donde estamos hoy. El único sueño de aquellos adolescentes era el simple hecho de algún día poder subirse a un escenario y poder hacer un concierto.

Tenéis muchas canciones pero, ¿cuál diríais que es la que más os representa como grupo?

Creo que no hay una canción que defina y represente al grupo. Si que hemos logrado una cosa que muy pocas bandas logran hacer en su trayectoria y es tener un sonido fiel, un sonido que te identifica con solo dos acordes y un toque de batería.

Creo que cada época tiene una canción que nos ha marcado. Sandy, El Tren, Somni d´Estiu, Modesty Blaise, Vestida de Negro, Discos Olvidados, Sha la la (fin de Semana), la Fiesta Terminó, etc.

¿Cuál es vuestro proyecto de futuro? ¿Han influido las circunstancias de hoy en día en vuestros planes?

Bueno, tal y como está todo con el tema del COVID-19 es difícil poder hacer proyectos. Tenemos pendiente poder editar el disco en directo del 30 aniversario en la sala Zero (Tarragona). Con muchas dificultades hemos podido editar y proyectar en algunos lugares nuestro documental, que refleja estos 30 años.

Todos los conciertos de este año se han ido cancelando por los motivos que todos sabemos. Nosotros seguimos ensayando en la medida de lo posible debido a las restricciones y, de momento, seguiremos dando guerra. La cultura es segura.



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